El amor propio

El amor propio depende de nuestra voluntad de querernos, no de quienes estén a nuestro alrededor ni de las situaciones o contextos en lo que nos desenvolvemos. El amor propio es el reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos, como nos sentimos con nuestro físico, personalidad, carácter, pensamientos y actitudes. Antes de amar a una persona debes amarte a ti mismo, para así saber valorarnos, reconocer que merecemos cosas buenas y bonitas en nuestras vidas y que somos dignos de amar y ser amados. Dios hizo a cada persona diferente, por eso cada uno tiene cualidades y características que los hacen únicos y los distinguen de los demás, Debemos aceptarnos tal y como somos, así estaremos bien con nosotros mismos porque la meta de la felicidad es el amor propio.

Amor propio

Humildad y orgullo

La humildad es aquella que nos hace buenas personas, es resaltar lo bueno de otro, poseemos empatía y para ser grandes personas tenemos que tener un corazón humilde. El orgullo es lo contrario de humildad, es ser egoísta, el orgullo es el generador de los grandes conflictos, porque una persona orgullosa solo le importa es el ¨yo mismo¨ no en los demás, por ende se les debe incultar los buenos valores a los niños desde pequeños, mostrarles lo correcto o la certeza de aquello que deben hacer en sus vidas para ser unas personas ejemplares y buenas en el mundo, hay que ser positivos contagiar de felicidad a los demás para ayudarlos y motivarles. 

Por otro lado las personas deben estar conscientes de lo bueno y malo que hacen, deben respetar y amar a su prójimo.

Humildad y orgullo